sábado, 28 de febrero de 2015

AMAPOLA 10/ de junio de 2014





Deslumbrante estética visual

en un universo de ensueño






A semejanza de la estética de Eugene Delacroix (1798-1863) , pintor romántico por excelencia, Eugenio Zanetti, en “Amapola”, fue desvelando ante el espectador bellísimas imágenes,  con exquisito manejo de la luz, sensualidad y misterio, y con ellas  coloreó  paisajes, actores y objetos. La historia es como la de los cuentos sufís, no poseen la linealidad de una narrativa, sino que algunos siguen las aventuras de Rasnudín, una especie de antihéroe, cuyos desenlaces a veces son absurdos, pero en los cuales, tras su lectura, podemos considerar entre tres y siete niveles de meta-mensajes implícitos.  Como ellos la realización posee un concepto del tiempo que no es el occidental sino que se emparenta con estados hipnagógicos (del griego: hypn "sueño" + agōgos "inducir"), es una alucinaciónauditiva, visual o táctil que se produce poco antes del inicio del sueño y cuyo investigador en occidente 


  


fue John Willam Dunne (1875-1949).J. W. Dunne, al igual  que el teósofo ruso Uspensky, postula que nuestra experiencia del tiempo es como algo lineal, es una ilusión producida por la conciencia humana. Dunne argumentó que pasado, presente y futuro son hechos simultáneos y sólo experimentados secuencialmente debido a nuestra percepción mental de ellos. Era su creencia, de que en el estado de sueño la mente no estaba encadenada de esta manera y que era capaz de percibir acontecimientos del pasado y del futuro con la misma facilidad.

Dunne, “An Experiment with the Time” - Un experimento con el tiempo” - 1927), en “The Serial Universe” - “El universo en serie”- 1934), “The New Immortality” - “La nueva inmortalidad” - 1938), “Nothing Dies” (“Nadie muere” - 1940) y otras obras, profundizó en el concepto de "serialismo", donde postuló que una regresión infinita, o series de dimensiones existen dentro del tiempo, permitiendo a algún instante presente extensiones en el pasado y el futuro.
El trabajo de Dunne proporcionó una explicación científica para las ideas sobre la conciencia, siendo exploradas a gran escala en su momento. Figuras tales como Aldous Huxley y J. B. Priestley abrazaron entusiastamente sus ideas. Priestley basó sus obras “Time and the Conways” (“El tiempo y los Conway”, 1937), “An inspector calls” (“Ha llegado un inspector”, 1945) y “Dangerous Corner” (“Esquina peligrosa,, 1932) en ellas. Existen también paralelismos entre la teoría del tiempo de Dunne y la que propone T. S. Eliot en “Four Quartets” (1943)


Jorge Luis Borges era admirador de Dunne,  por él conocí ese extraño manejo del tiempo,  en una entrevista que le realicé me dijo: “El libro de Dunne  tiene un título lindísimo,  quizá, el más hermoso de todos los títulos ¨An experiment whit time¨, está basado en sueños. Dunne tenía la idea de que los sueños no son sucesivos. Por ejemplo: en la realidad, nuestra realidad, 
nuestra vigilia es sucesiva, pasamos de un 
 momento a otro y el primer momento se convierte en pasado y el que  viene es futuro. Pero, Dunne llegó a la conclusión, y la basó en una suerte de estadísticas de sueños, que cuando soñamos no lo hacemos suficientemente, sino que en una especie de modesta eternidad personal, somos sensibles del pasado inmediato y del futuro inmediato, y esto vendría a ser lo mágico. Es decir: hoy es sábado entonces esta noche tal vez sueñe con el día de hoy, con el de mañana, con el de ayer y, quizás, con el de pasado mañana también. Todo eso se ve  como una suerte de eternidad, se ve simultáneamente, pero como estamos acostumbrados a vivir sucesivamente, cuando nos despertamos le damos un orden sucesivo, de  igual manera que si nos muestran una página, y no estamos leyendo hebreo, desde luego, tendemos a leer de izquierda a derecha y empezando por la  parte de arriba. Dunne, sostenía que nuestro recuerdo de los sueños no corresponde a nuestra experiencia personal de los sueños, que le damos un falso orden sucesivo a las cosas, como si le colocáramos una pequeña fábula que no corresponde al sueño. Por otra parte Uspensky sustentaba  la idea de que si el tiempo fluye, tiene que fluir dentro de otro tiempo, y que ese a su vez tiene que fluir dentro de otro tiempo y, así tiene que haber un número infinito de tiempos…”


Si Eugenio Zanetti pensó, o no, en Dunne o Uspnesky no lo sabemos, pero si su filme posee todas las características de ese tiempo dentro del tiempo y la sucesión de tiempos que planteaban ambos filósofos. Y es precisamente ese manejo del tiempo lo que hace interesante al filme, que a su vez se plantea crear atmósferas más que desarrollar una historia lineal y contar “el cuentito” tal y como se nos ha acostumbrado. La línea actual de la cinematográfica es contar situaciones en las cuales el conflicto no está en los personajes sino en la realidad.
Y la realidad marca porque en ella se desarrolla la vida de cada uno, en el caso de “Amapola” está ligada a tres momentos trágicos (entre los tantos que hubo) de la historia argentina: la muerte de Eva Perón (26 de julio de 1952), el golpe de estado liderado por Juan Carlos Onganía (28 de junio de1966), que  provocó el derrocamiento del Dr.Arturo H. Illia,  y el de un país gobernado por un alcohólico que declara la guerra a los ingleses por las  Malvinas en 2 de abril de 1982. Las décadas de esplendor familiar, se refleja con una luminosidad de ocres y rojos vivos o apastelados,  mientras que en lúgubres años ‘80, (como los de la Argentina) predomina el tono frío de negros azulados y una oscuridad que esconde traiciones y escabrosos enredos familiares.
 El filme es la  historia de la familia Guerrero, dueña de un hotel  “Amapola” que una vez al año se convierte en teatro lírico, y durante unas horas será el espacio que albergará a todo el grupo familiar incluidos los sirvientes y en él se representará la ópera de: “Sueño de una noche de verano”, de Shakesteare,  para los invitados que llegan desde diferentes partes del mundo.
La música incidental, o extradiégetica o subjetiva, señala no sólo estados de ánimos, sino situaciones y extrapolaciones del argumento especialmente muy bien elegida estuvo “We’ll meet again” (“Nos volveremos a vernos”, última canción inglesa de la Segunda  Guerra Mundial) y el clásico “Amapola”  interpretadas por la magnífica voz de  Elena Roger y “Amidsummer Nights Dream” compuesto por el talentoso Emilio Kauderer, quien también creara la música de otro filme dirigido por Zanetti, “Quantum Proyect”, en el año 2000. 


Tal vez la única deficiencia, en éste bello filme, fueron los actores cuyas interpretaciones crearon un desequilibrio en el concepto general de la puesta. Elaborar un canavá de teatro dentro del cine requiere que también estén ajustados los ritmos de cada actor o actriz, y estos resultaron ser los que dispararon la descompensación. Las sobreactuaciones de Lito Cruz y Leonor Benedetto fueron las más notables, en cambio una vez más Geraldine Chaplin cautiva con su histrionismo, Elena Roger a pesar de no tener un rol muy lucido supo extraerle su mejor veta, Camilla Belle y François Arnaud poseen el tipo ideal que requiere el cuento oriental entre ingenuo y  pícaro. El resto del elenco, incluyendo los cameos de Adriana Aizemberg y Ana María Picio, juegan con sus habilidades sin grandes esfuerzos, y logran una mayor uniformidad en su conjunto.
“Amapola” es una obra onírica y poética, de atmósferas e imágenes que sirven de pivote al ensueño transformador que devuelve a la imaginación toda su flexibilidad. Un realizador soñador como Eugenio Zanetti permite a su memoria conservar los rostros de antaño para consentir que el plástico universo familiar cobre nuevas dimensiones.**********************
Beatriz Iacoviello.

Título: “Amapola”. Título original: Idem, Argentina, EE:UU: 2014, hablada en español, e inglés y francés, con subtítulos en español. Guión, diseño de producción y realización: Eugenio Zanetti. Producción: Gonzalo Vila, Daniel Benadon. Fotografía: Ueli Steiger. Música: Emilio Kauderer. Casting: Norma Angeleri, Michael Hothorn. Diseño de sonido: Vicente Antonio D’Elía. Dirección de arte: Graciela Fraguglia. Vestuario: José Pablo Uría. Coreografía: Ricky Pashkus. Supervisión de efectos especiales: Gustavo  Harry Farías.  Maquillaje: Manuela Schedbauer. Compaginación: Jane Moran, Santos César Custodio.  Interpretes: Camilla Belle (Ama), François Arnaud (Luke), Geraldine Chaplin (Meme), Leonor Benedetto (Clara), Lito Cruz (Ramiro), Elena Roger (Titi), Nicolás Scarpino (Lalo),  Luciano Cáceres (Tincho, adulto), Esmeralda Mitre (Sisi),  Ricardo Merkin (Samirof),  Nicolás Pauls (Ariel ),  Liz María Solari Poggio (Loli),  Juan Sorini (Roque),  Alicia Muxo (Tota),  Juan Acosta (Saporiti). Estreno en la Argentina: 05 de junio de 2014, presentada por 20th Century Fox. Género: Drama. Duración: 84 minutos,  S/M.13 años.

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Información complementaria
Algunas referencias
El sufismo (en idioma árabe, صوفية ūfiyya o تصوف taawwuf) es una de las denominaciones que se han dado al aspecto místico del islam.
El término sufismo se usa en Occidente para referirse, por un lado a la espiritualidad islámica denominada tasawwuf, que incluye diferentes movimientos ortodoxos y heterodoxos del islam. También es usado para definir grupos esotéricos desvinculados del islam, como algunas formas de sincretismo Nueva Era. En el ámbito de algunas universidades islámicas hace referencia a la psicología islámica (el conocimiento del alma y su purificación, donde también se denomina tazkiyyat al-nafs) y en ocasiones se confunde con el ajlāq, que se suele entender como moral, pero que en su concepción clásica indica la nobleza de carácter.
En el ámbito tradicional islámico el tasawwuf al-islami ha denominado la espiritualidad islámica, es decir, aquella faceta, conocimientos, métodos, formas y ritos que, dentro del contexto del islam, se han dedicado a las cuestiones del espíritu, la purificación del alma, a la metafísica, a la interpretación interior de los preceptos islámicos, a la relación de Dios con el Cosmos.
Mientras que la filosofía islámica se centró en objetivos parecidos desde el punto de vista de un conocimiento especulativo y racional, el tasawwuf incide en la práctica y la experiencia intuitiva, para así conseguir un conocimiento directo de las realidades espirituales (tahqīq) a través del develamiento (kashf) y la inspiración (ilham).
"Los cuentos orientales se han utilizado desde la antigüedad inmemorial, como portadores de conocimiento e instrumentos de comprensión".
El método de enseñanza por historias, por su efectividad, es muy difundido y muchas tradiciones espirituales los vienen utilizando desde hace muchos siglos o milenios como un medio muy eficaz para contener y transmitir conocimiento y verdades profundas. En el evangelio, las de Jesús se llaman parábolas. Tan inspiradora es la Biblia, como el Talmud, el Baghavad Gita, las gatas de Zoroastro o el Corán, pero también puede serlo un cuento infantil, sobre todo si en él se encuentran ocultas y veladas verdades universales.
La tradición sufi es especialmente rica en historias. Las historias sufis siempre tienen por lo menos tres interpretaciones o niveles de enseñanza posibles. Algunas hasta siete; la primera interpretación generalmente es chistosa, razón por la cual son muy populares. Cuando recordamos una historia sufi, después de un tiempo, porque se aplica exactamente a un evento del presente, nos damos cuenta de su verdad y la comprendemos de manera profunda.
"El sufismo ha perfeccionado, entre otras técnicas, un método de enseñanza característico que es casi desconocido fuera de los límites de los iniciados en la vía. Este método, llamado Impresión Esquemática de Cuentos, está contenido en el uso especial que los Sufis hacen de la literatura oral o de otro tipo.
Los relatos Sufis, a pesar de que superficialmente parecen suministrar una moral o querer entretener, no son formas literarias como éstas suelen ser entendidas. Son literatura de forma accidental, material de enseñanza de forma primaria. El cuento Sufi, así como ciertas citas Sufis de otro tipo, está destinado tanto a ser apreciado por gente cultivada como a suministrar información, instruir y establecer lo que se llama 'un marco para la recepción de la iluminación' en la mente del estudiante
“Este método, según la enseñanza Sufi, puede producir iluminación al individuo de acuerdo con su capacidad de comprensión.
Puede también formar parte esencial de los ejercicios de preparación de un estudiante.
El proceso exige ir más allá de la faz externa de un relato, sin inhibir la capacidad del estudiante para comprender y gozar de su humor u otras características exteriores.". Según el pensamiento de Idries Shah en su libro "Aprender a Aprender", edición Paidós Orientalia).


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