Atisbo de western como metáfora
de la realidad
Tiempo de incertidumbre, de miedo, de guerras. Todo
cambio de siglo trae consigo estas manifestaciones, y a cien años de La Gran
Guerra parece que nada sirvió y estamos frente a las puertas de otra. El
cine apocalíptico o post-apocalíptico proporciona proyectos en los cuales se
ahondan estos temores y presenta a los ojos del espectador el mundo que vendrá,
devastado y vacío, si se deja a los gobiernos mantener la constante de
probar nuevas armas.
“El cazador” de David Michôd es un filme contado en un estilo mítico-elíptico
visto por primera vez en los “spaguetti westerns” de Sergio Leone,
filmados entre 1964 y 1973, y posteriormente en “Max Mad”
(1979) de George Miller, en donde los personajes de universo
post-apocalíptico nunca dan explicaciones. De ese modo el público no descubrirá
las circunstancias exactas que llevaron a Robert Pattinson a ser dejado
por su hermano, que lo dio por muerto, y mucho menos de Guy Pearce cuya
sonrisa enigmática no deja traslucir ninguna emoción y al que se lo ve enojado
mucho antes que una pandilla robara su auto. Eric es presentado, por el
realizador, como un personaje tallado por sus acciones. Él es el hombre sin
viaje de regreso, con un boleto de ida a ninguna parte o con un sólo objetivo
encontrar su coche. Vive en el mundo antiutópico, en una sociedad ficticia,
indeseable en sí misma, donde reina el caos y el desorden social, y en la
cual no hay más ley que la esgrimida por la propia mano y la vida no vale
nada. El modo de narrar de Michôd recuerda a otro transgresor de la
década del 60-70, Sam Peckinpah, que utilizaba la violencia como un
ejercicio de estilo renovador y alternativo al relato más clásico.
En este territorio la película de David Michôd se
ajusta a los cánones de una propuesta de valor intrínseco plus, que desde el
punto de vista de su unidad narrativa abruma con su ritmo moroso, segmentado por
puntos de giros de máxima tensión gracias a los cuales la trama crece sin
decaer un instante. También consigue provocar en el espectador una sensación de
agobio mediante el espacio utilizado: desierto y de desolación absoluta, con un
paisaje ocre y pútrido, ambientado por la fotografía de Natasha Braier, una
fotógrafa argentina que supo ganarse su lugar en el concierto de la
cinematografía mundial: “Nueva vida en Nueva York” (2013), “La
teta asustada” (2009), “Dolce vita africana”,
(2008), “En la ciudad de Sylvia” (2007), “XXY” (2007),
“Blue” (2006), ,”Viaje al corazón de la tortuga”
(2006), “RedMeansGo” (2005), cuyas imágenes son
un compendio de sutiles secuencias capaces de transfundir al espectador toda la
desesperación e impotencia que sienten los personajes frente a ese panorama
decadente. Otro tanto sucede con la música de acordes estridentes
de Antony Partos (no muy diferente a la obra inquietante de Jonny
Greenwood en "There Will Be Blood" (2007).
“El cazador” es una road movie que se lleva a cabo fuera de la
carretera, con atisbo de western como metáfora de la realidad,
considerada desde el punto de vista de dos hombres, sin valores,
transitando por caminos polvorientos en busca de cualquier tipo de
estructura social, con la esperanza pasada de moda, incluso sin perspectivas de
un futuro mejor, con noches sin poder conciliar el sueño, siempre acosados por
una amenaza impredecible, pero sabiendo a cada paso lo mucho que se perdió en
la caída, pero que deben seguir adelante bajo ese sol abrasador.
En una decisión interesante del guionista/director,
esbozó a los dos grandes acontecimientos que impulsan la acción del filme
antes de los créditos; como un guiño sobre una historia que trata sobre las
consecuencias de “la caída” y no al colapso de una sociedad en sí.
La violencia es el denominador común de la
historia, ya que desde el comienzo las balas y los disparos son hacia cualquier
parte (primer plano, plano medio, a la cámara, fuera de cámara), intercalada
con momentos de paz frente a una fogata, con largas conversaciones entre Pearce
y Pattinson, con algún poético momento de éste último cuando canta “No
me odies porque soy hermoso”, mientras el espacio se ilumina por reflejo de
las estrellas sobre los vidrios de un coche. En ese momento puede sentir la
soledad del personaje
Por otra parte el filme roza un tema también de
actualidad: ¿qué pasa con los culpables que quedan impunes? La respuesta estará
en la interpretación de cada espectador, ya que al realizador tampoco le
preocupa explicitar una tesis sobre ese asunto, lo plantea y no se preocupa más
del tema.
La realización está sostenida por dos jóvenes
actores con brillantes carreras. Guy Pearce es versátil para componer
sus personajes y por eso se lo ha visto en roles tan disímiles como el de una drag
queen en “Priscilla, la reina del desierto” (1994), o como el
ambicioso detective Ed Exley de “L.A Confidential” (1997),y
el antihéroe de “Memento” (2000). A su vez a Robert
Pattinson se catapultó por la saga de “Crepúsculo- Eclipse- Amanecer”
(2008-2009-2011), y “Agua para elefantes” (2011).
Desde una estética minimalista y con
excelentes resultados, David Michôd internó al espectador en el
problema de la fusión y soledad del hombre en un espacio nuevo, hostil, yermo,
aterrador, inexplicable, con un futuro nada promisorio y una carretera
que se extiende hacia un horizonte infinito. ***************Beatriz Iacoviello.
Título: “El cazador”. Título original: “The rover”, Australia, EE.UU. 2014, hablada en inglés y chino, con subtítulos en español. Guión y realización: David Michöd, sobre una historia de él mismo y Joel Edgerton. Producción: David Linde, David Michôd, Liz Watts. Fotografía: Natasha Braier. Música: Anthony Partos. Casting: Kirsty McCregor. Diseño de producción: Josephine Ford. Dirección de arte: Tuesday Stone. Diseño de vestuario: Cappi Ireland. Supervisión de edición de sonido: Justine Angus. Supervisión de efectos especiales: Angelo Sahin. Supervisión de efectos visuales: Dave Morley. Coordinación de dobles: Tony Lynch. Compaginación: Peter Sciberras. Intérpretes: Guy Pearce (Eric), Robert Pattinson (Rey), Scott McNairy (Henry), Tawanda Manyimo (Caleb), David Field (Archie). Estreno en la Argentina: 28 de agosto de 2014, presentada por Impacto Cine. Género: Drama: Duración: 113 minutos, S/M.16 años.
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